Ayer no fue un día nada fácil. No quería aceptarlo pero llevaba meses evitando a mi amiga Pris, porque no quería que sacara un tema del que simplemente no me gusta hablar. Pero había pasado mucho tiempo y ya extrañaba su voz. Así que ayer volví a instalar el Skype para hablar con ella. No me arrepiento, de inmediato recordé por qué la quiero como a una hermana y para cuando salió a relucir el tema ese solo lloré una lágrima más. Pero pagaría más que una lágrima por ver de nuevo a mi amiga. Para sacarme eso y otras cosas tristes de la cabeza me puse a decorar otro collar de harapos que ya había empezado a hacer siguiendo el último tutorial. Como esta playera no tenía costuras y era cien por ciento de algodón, reaccionó muy distinto a la "estirada" creando pequeños tubos de tela que me encantaron. La flor de tela se la quité a una liga para el pelo que compré por tres pesos y en vez de piel le puse listón. ¿Qué tal?
Me fui a dar mi clase de cocina y pude por mucho tiempo pensar en otra cosa, pero de regreso me esperaba ver también tristes a David y a Alejandro. Eso que sucedió en Puebla no tiene nombre y quiero recordarles a mis amigos que su dolor e indignación son compartidos. Apagué la luz tratando de pensar en ideas para mejorar mis blogs que me pasó mi amiga Ale (otra a quien hace mucho dejé de ver por la misma razón que a Pris). Pero en cuanto me quedé a obscuras llegaron mezcladas imágenes de crímenes y el recuerdo de esa maldita voz en el teléfono. Así que me disculparán si sigo sin verme muy feliz.
Aquí tienen otra vista del nuevo collar:
y la foto que les prometí de como queda el primero con vuelta:
Una receta de @Pola_Cocina_Asi:
y dos autorretratos no muy convencidos:
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