miércoles, 3 de junio de 2015

Cómo hacer pastillas efervescentes de lavanda y menta para relajar los pies




Hace poco mi amiga Moni me pidió que le bordara chorromil lavandas para un evento que iba a tener. Y como político, prometí y no cumplí.

Ella dice que no importa pero mañana la voy a ver y quería llevarle al menos la muestra que ya había hecho, y un algo más. 

Llevaba meses queriendo hacer estas pastillas efervescentes que aprendí a hacer hace muchos años en Francia. Tenía hasta el ácido cítrico guardado y no lo había hecho por falta de báscula.

Pero Carmen me regaló una hace poco así que adiós pretextos. Creo que me quedaron superbien, ¿qué opinan?

Claro que se les pueden cambiar los aceites esenciales y darles el olor que prefiramos, pero esto a fuerza quería que fuera de lavanda y además junto con el de menta son excelentes para relajar los piecitos después de un largo día de estar haciendo algo.

No como yo, que evidentemente no tengo nada que hacer. Acá les va.

Necesitas

  • 100 gr de bicarbonato de sodio
  • 50 gr de ácido cítrico
  • 50 gr de fécula de maíz
  • 1 cucharada de flores de lavanda secas (opcional)
  • 2 cucharaditas de aceite de almendras dulces
  • 10 gotas de aceite esencial de lavanda
  • 10 gotas de aceite esencial de menta
  • té de manzanilla frío (el necesario)
En un recipiente de metal o de vidrio, mezcla el bicarbonato, el ácido cítrico y la fécula de maíz.




Agrega los aceites y las flores e incorpora. Con ayuda de un atomizador, ve humedeciendo poco a poco  la mezcla con el té y revolviendo bien, ya que si lo humedeces demasiado se hace la reacción efervescente y no queremos eso. 

Queremos que quede como arena que se compacta en el puño, si se desmorona le falta té, pero agrégalo poco a poco para que no reaccione.

Pasa la mezcla a moldes para hielos o chocolates presionando para meter la mayor cantidad posible. Si son de silicón, debes dejar que se endurezcan dentro; si son rígidos, puedes irlos volteando en una tablita para seguir usando el molde de inmediato.



Deja que se endurezcan durante 24 horas y luego guárdalas en un recipiente hermético. Se usan una o dos en una tinita con agua tibia para relajar los pies y de paso que huelan bien. 

El patrón para bordar las lavandas de la caja se los subo pronto. Mientras, adiós.